En la noche del 6 de diciembre de 2020, desconocidos armados mataron a tiros al líder comunitario Abelardo Quej Ixim en la comunidad de Nueva Gloria en Purulhá Baja, Verapaz, Guatemala. Quej Ixim era teniente de alcalde de Nueva gloria y formaba parte de la guardia indígena, formada para velar por la seguridad de la comunidad y evitar incursiones de madereros y mineros ilegales. Le dispararon mientras realizaba sus rondas de seguridad en el pueblo.
Tres días antes de su asesinato, habría recibido amenazas de muerte de personas que, según los habitantes del pueblo, están vinculadas a un terrateniente de la zona. Las comunidades locales informan que las fuerzas de seguridad privada de este terrateniente han disparado contra los campesinos que viven en las tierras en disputa, hiriendo gravemente a dos jóvenes durante el verano.
La Unión de Organizaciones Campesinas de las Verapaces (UVOC), que la acompaña, ha pedido una investigación completa y que se otorguen medidas de protección a la esposa y los seis hijos que deja Quej Ixim. La UVOC también llamó a avanzar en la investigación de la desaparición de otro líder indígena en la misma zona, Carlos Enrique Coy, en agosto de 2020.
El 3 de agosto de 2020 desapareció Carlos Ernesto Coy y desde entonces no se supo nada de él. Quej Ixim era uno de los principales organizadores de la búsqueda de Coy y había recibido varias amenazas de muerte por su trabajo.
En 2018, ILC, Front Line Defenders y Civicus realizaron una misión internacional a Guatemala en respuesta a la escalada de violencia (criminalización, detenciones arbitrarias, asesinatos, entre otros) contra defensores de la tierra y el medio ambiente, que reveló un patrón preocupante de violencia sistemática que permanece invariable.
Según la Unidad para la Protección de Defensores de Derechos Humanos en Guatemala (UDEFEGUA), 2020 es el peor año registrado en cuanto a ataques a defensores de derechos humanos desde que la organización comenzó a documentar abusos en 2000. Del 1 de enero al 15 de diciembre, UDEFEGUA documentó 1.004 ataques a defensores de derechos humanos. Las mujeres defensoras fueron el blanco del 33,66 por ciento de estos ataques. Los ataques incluyen 15 asesinatos y 22 intentos de asesinato de defensores de derechos humanos.