Juana Ramírez Santiago era comadrona e integrante fundadora de la Red de Mujeres Ixiles. Fue asesinada durante un ataque armado en la vía pública en el cantón Xolanay, Nebaj, Quiché. “Cuando asesinan a una mujer que ayuda a dar vida, como una comadrona, se niega la esperanza y se destruye la voz de quienes apuestan por un futuro”, expresó el domingo Liliana Valiña, representante de la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas en Guatemala. Oxfam Guatemala hizo una declaración parecidea: “cegar la vida de una defensora es arrebatarnos luz y esperanza en el camino recorrido.”
El procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas, condenó el crimen en contra de Ramírez Santiago y exigió a las autoridades que los hechos sean investigados de manera pronta, además, urgió al Ministerio de Gobernación que se desarrolle un programa de protección a defensores de derechos humanos.
Pedro Chel Bernal, esposo de la fallecida, informó que él trabaja como bodeguero en una ferretería y todas las noches su esposa, a eso de las 19 horas le llevaba la cena. El viernes, relató Chel Bernal, se comunicó con Ramírez, quien le indicó que ya se dirigía a dejarle la cena, pero pasaron dos horas y no llego, “al llamarla el teléfono daba tono de apagado”, señaló. Fue atacada por desconocidos, quienes le dispararon cuatro veces.