Justo Sorto, líder indígena y ambiental, fue asesinado a tiros el martes 21 de enero de 2014.
Justo fue miembro activo del Consejo Cívico de Organizaciones Indígenas Populares (COPINH), una organización social dedicada a proteger el medio ambiente y defender los derechos de los pueblos indígenas, los Lencas. A través de su trabajo con COPINH durante 20 años, Justo lideró la defensa del bosque y la oposición a los proyectos mineros. También fue miembro fundador de otras dos organizaciones políticas indígenas, Coordinadora Indígena del Poder Popular de Honduras (CIPPH) y Movimiento Morazanista del Poder Popular (MMP).
Justo había estado luchando durante años contra el proyecto binacional (Honduras y El Salvador) para construir la represa El Tigre. También luchaba contra la industria hidroeléctrica en la comunidad Las Minitas. Apenas 16 días después del asesinato de Justo, fue asesinado Pedro Pérez, coordinador del consejo indígena de Las Minitas, que también luchaba contra la industria hidroeléctrica.
En 2009, el gobierno hondureño aprobó una Ley Nacional de Aguas que permite otorgar concesiones de recursos hídricos a empresas privadas. Adicionalmente, se aprobó otra ley (decreto 233), que permite la instalación de proyectos hidroeléctricos en áreas naturales protegidas. Después de este año, los asesinatos de defensores de derechos humanos en Honduras (especialmente aquellos que defienden los derechos ambientales) han sido más frecuentes.