La noche del 16 de mayo en Huehuetenango fue asesinado Luis Armando Maldonado Marin, animador de asociaciones campesinas con base en Guatemala y referente del Baluarte del Café de las Tierras Altas de Huehuetenango. El hecho fue perpetrado en la cabecera departamental de Huehuetenango, por dos individuos desconocidos que se trasportaban en una motocicleta. En las dos semanas previas a su muerte, Guatemala ha visto morir a otros tres líderes de organizaciones que trabajan por la defensa de los derechos humanos.
«La lucha por la tierra de las comunidades indígenas contra la invasión del cultivo de palma en la costa y el uso de los recursos hídricos para la generación de electricidad en el interior están regulados por la represión judicial y el asesinato de los líderes» denuncia Marco Ferrero, presidente de Pausa Café, una cooperativa de tostado de café con sede en Turín, con quién Slow Food ha lanzado el Baluarte de café de Huehuetenango y el proyecto de marca de cafés de los Baluartes Slow Food. «Luis Maldonado ha demostrado con su propia vida que la comunidad de productores organizados puede convertirse en la protagonista de una historia centenaria que la excluyó de los frutos de su propio trabajo, beneficiando a grupos oligárquicos inescrupulosos».
Experto conocedor del mundo del café, después de haber trabajado en la oficina de pastoral de la tierra de Quetzaltenango, dedicó su propia vida a la promoción de pequeños productores de café en Guatemala, colaborando con organizaciones locales e internacionales, como Oxfam, Pausa Café, Slow Food (en donde tuvo un papel central en la creación del Baluarte del Café de las Tierras Altas de Huehuetenango).