Les escribimos con nuestros corazones rotos, rabiosos. Redactamos estas líneas con la esperanza golpeteada. Así corremos a abrazarles para que sepan que no están solas, que nuestros medios, privilegios y creatividades están para ustedes, para su duelo, para sus luchas.

Reconocemos en ustedes la constatación de que otro mundo es posible, que resulta plausible, necesario, abrazarnos en sororidad porque juntas podemos ser y habitar un Chihuahua en el que ninguna niña, adolescente o mujer tenga que enfrentar en soledad el terror de la exclusión y la violencia.

Por Mireya, por su sonrisa y valentía, exigimos al Gobierno del Estado de Chihuahua, Fiscalía General del Estado de Chihuahua, Fiscalía Especializada de la Mujer Chihuahua garantizar la verdad, justicia y medidas de reparación y no repetición que incluyan la creación de una política pública integral para el reconocimiento de la dignidad e importancia de las infancias, adolescencias y demás personas trans; una política capaz de disminuir las desigualdades y barreras que enfrentan en materia de salud, educación, trabajo, seguridad y una vida libre de violencia y discriminación. Les exigimos pues que cumplan sus obligaciones y brinden a las mujeres trans las oportunidades que requieren para desarrollar proyectos de vida autónomos y libertarios.

A los medios de comunicación les demandamos eliminar las notas con las que participan del odio que condena a las mujeres trans a una expectativa de vida de 35 años; les recordamos que deben asegurar el reconocimiento de la identidad de Mireya.

A las otras colectivas y organizaciones feministas del estado les invitamos a sumarse al dolor e indignación que embarga a las mujeres trans de Chihuahua y el resto del país. Pronúnciense, utilicen los espacios políticos que ocupan para reconocer este asesinato y el de #PatsyAndrea como feminicidios, asegurando así la implementación de los protocolos y alertas por las que hemos luchado.

A la sociedad chihuahuense le cuestionamos: ¿cuántos feminicidios más habremos de enfrentar para organizar nuestra rabia? ¿En qué momento los gritos de “¡YA BASTA!” serán lo suficientemente sonoros para derribar las bases de una sociedad que se niega a reconocer la importancia de las personas trans, de sus vidas y cuerpos? Si no ahora, ¿cuándo?

Nunca más un #feminicidio más. Nunca más un Chihuahua sin mujeres trans.

Movimiento Malinche

2 de septiembre de 2020