Fuente Front Line Defenders
El 19 de abril 2018, Olivia Arévalo Lomas, defensora de derechos humanos y líder espiritual del Pueblo Indígena Shipibo-Konibo, fue asesinada a pocos metros de su casa en la comunidad “Victoria Gracia”, ubicada en la provincia Coronel Portillo, Ucayalí, Perú. La defensora recibió varios disparos en el pecho y murió instantáneamente. El perpetrador dejó su cuerpo en la calle a plena vista de toda su comunidad.
Olívia Arévalo Lomas fue la líder espiritual y defensora activa de los derechos ambientales y culturales del Pueblo indígena Shipibo Konibo. Dicho pueblo indígena es parte de la Federación de Comunidades Nativas del Ucayalí y Afluentes FECONAU, una de las federaciones más antiguas de la Amazonía peruana, la cual representa a más de 30 comunidades nativas asentadas en la Región de Ucayalí y trabaja por el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y la preservación de sus territorios ancestrales. Como sabia indígena, Olivia Arévalo era responsable del conocimiento tradicional de este grupo étnico. Ella también era conocida por cultivar la medicina tradicional y las canciones sagradas de su pueblo (Íkaros), que son elementos transversales de su cultura y expresión de su relación armónica con la naturaleza.
En el territorio del pueblo Shipibo de la Amazonía peruana se enfrenta a la devastación de sus ríos y bosques ancestrales. Dicha devastación es ocasionada por la expansión de las plantaciones de aceite de palma. Los líderes del pueblo Shipibo-Konibo han denunciado la corrupción en el Gobierno Regional de Ucayalí y las autoridades municipales en el Distrito de Nueva Requena los cuales han apoyado la expansión de las plantaciones de palma aceitera en la región. Adicionalmente, la Dirección Regional de Agricultura, en lugar de titular las tierras ancestrales de la comunidad, ha obstaculizado la lucha de estas comunidades indígenas por el reconocimiento legal de sus tierras tradicionales, y ha seguido emitiendo certificados de posesión a individuos particulares que según la comunidad se han instalado en la zona, bajo el pretexto de ser cultivadores de arroz, para poder participar en el tráfico de tierras.
El asesinato de Olivia Arévalo Lomas se llevó a cabo bajo un contexto en el que cada vez se incrementa la violencia, las amenazas e intimidaciones en contra de los miembros de FECONAU y las comunidades Shipibo-Konibo ubicadas en Ucayalí, como Santa Clara de Uchunya. En los últimos seis meses, varios miembros de FECONAU han sido objeto de ataques. Un representante de FECONAU, Edinson Mahua, recibió un disparo a quemarropa y escapó por poco de una herida grave, mientras otros líderes en las comunidades de Ucayalí han recibido amenazas de muerte por parte de personas encapuchadas.