Efren Zúñiga Dorado trabajó como profesor en el Centro Educativo Melcho de Piendamó y fue miembro de ASOINCA, donde trabajó activamente para defender a los trabajadores educativos y la educación pública. Los familiares dijeron que Efren había salido de su casa para negociar la compra de una granja en el municipio de Piendamó. Los testigos han afirmado que Efren fue torturado y obligado a cavar su propia tumba, y luego fue asesinado con un disparo en la cabeza.Un comunicado emitido por ASOINCA decía: «Como organización laboral condenamos y rechazamos enfáticamente estos actos de violencia selectiva, que muestran una vez más la violación permanente y sistemática de los derechos humanos que sufrimos como docentes y la población del Cauca en general, donde cada día, sindicalistas, líderes sociales y defensores de los derechos humanos son cruelmente asesinados «.
También instaron a las autoridades competentes de los gobiernos nacionales y regionales a tomar medidas urgentes para investigar este crimen y garantizar la vida y la protección de los miembros de los movimientos sociales y la población en general en el Cauca.
La situación de los derechos humanos en Colombia continúa en espiral fuera de control con los líderes sociales y los defensores de los derechos humanos que sufren constantes violaciones de los derechos humanos por parte de diferentes actores armados y el estado sin un final a la vista. Mientras tanto, el gobierno colombiano continúa expandiendo su aparato represivo y continúa su campaña de criminalización de los miembros de los movimientos sociales y políticos.
En los últimos meses, líderes del Congreso de los Pueblos de diferentes regiones se presentaron voluntariamente a la Procuraduría General luego de haber sufrido persecución, estigmatización y acoso por parte de los miembros de la policía y el Ejército en sus territorios . La campaña se llama ‘Ser un líder social no es un crimen’. Su objetivo es buscar aclaraciones sobre si el estado tiene intenciones de perseguir la criminalización formal contra estos líderes. Si no lo hacen, entonces la constante persecución que sufren a manos de las autoridades debería cesar lógicamente.