El asesinato de Guadalupe Campanur ha provocado indignación, incertidumbre y enojo en Cherán, Michoacán, pues Lupe, como la conocían sus amigos y familiares, fue una de las cuatro mujeres que en el año 2011, cuando este pueblo de la meseta purépecha se organizó para defenderse del crimen organizado, se integró a la Ronda Comunitaria que se encargaba de la seguridad en el territorio. Los habitantes de Cherán no habían sido víctimas de asesinatos desde ese entonces. Sin embargo, el cuerpo de Lupe fue encontrado el 16 de enero del 2018. Los peritos determinaron que fue violada y asesinada por al menos dos personas.
Lupe sabía defenderse, estaba entrenada, un solo hombre no habría podido someterla, coinciden muchos de los que la conocían. No sólo era aguerrida en el monte, su valentía y amor por su comunidad lo demostraba también de otras formas, recuerda Genoveva Pedroza, integrante del Consejo de Bienes Comunales y una de sus mejores amigas.
“Cuando dejó la Ronda decidió seguir trabajando por la comunidad, nos ayudó mucho en el Consejo de Bienes Comunales y lo hacía de forma voluntaria, además se involucraba en otras actividades de la comunidad, lo último que andaba haciendo con otros compañeros era un registro de las aves que hay aquí”, dice. “Cuando iba con nosotros a caminatas del Concejo de Bienes Comunales nos hacía ameno el trabajo. Ella estaba entrenada para escuchar cosas raras, si había riesgos, sabía determinar qué tan frescas eran las huellas de un vehículo, para nosotros ella fue un apoyo muy importante.»
“Nos duele bastante el asesinato, porque es un habitante de la comunidad y más aún, porque fue una mujer que luchó justamente para evitar que siguieran este tipo de crímenes en nuestro municipio, donde la paz y la tranquilidad prevalece”, concluyó Pedro Chávez,