Javier Sevilla Álvarez, de 35 años, murió al recibir un disparo en la cabeza por parte de unos desconocidos mientras tomaba unas copas con su prometida Yurley Gélvez Ortega. Su prometida, que estaba embarazada de siete meses, se recuperó completamente tras ser herida por una de las balas.
Javier era el coordinador del Comité de Empresa de la Junta de Acción Comunal de Tibú, Colombia. Se desconoce si había habido amenazas previas contra su vida y también se desconoce si sus asesinatos fueron capturados.