El país no deja de sumar homicidios a líderes sociales. En los primeros días de 2019 la infame cifra de ocho líderes asesinados conmocionó al país y puso de nuevo el debate público en un punto álgido.

Víctor Manuel Trujillo Trujillo, de Montecristo, Bolívar, se convirtió en otro líder social que Colombia pierde. Victtote era su nombre artístico, pues además de desempeñar una labor con su comunidad, Trujillo le dedicaba tiempo a la música urbana.

A Víctor Manuel lo asesinaron el pasado 15 de enero en la vereda Puerto Guamo de su municipio. Fue miembro de la junta directiva de Aheramigua pero decidió retirarse debido a fuertes amenazas que recibió por parte de grupos paramilitares, además se hizo reconocido por su participación activa en el paro agrario del 2013.

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Pero no solo eso. Aheramigua, la organización a la que pertenecía, denunció persecuciones y detenciones arbitrarias por parte de agentes del Estado, a esto se le suma que no tuvo acceso a la protección estatal luego de haber estado exiliado en Ecuador durante tres meses. Creen que quien estaría detrás del cruel asesinato serían miembros del Frente Guillermo Ariza del Ejército de Liberación Nacional, ELN.

Aunque el esta guerrilla prometió una tregua armada durante las fechas de navidad y año nuevo los municipios de El Bagre y Nechí, Antioquia, y Montecristo y Santa Rosa, Bolívar denunciaron la siembra de minas antipersona, la persona a la que señalan es alias Carrito del ELN, incluso mencionan que el ganado ha pisado estos artefactos.

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Aheramigua tiene un registro de los atropellos que ha sufrido la comunidad a la que asiste por parte de actores del conflicto: amenazas, búsqueda de información de líderes sociales por parte de sospechosos, conflictos en comités donde se hablaba de sustitución de cultivos y asesinatos en zonas de reincorporación.

Un joven asesinado en Apartadó

En un corregimiento de San José de Apartadó asesinaron al joven Deimer Usuga, cerca de la Base Militar y la estación de Policía de un corregimiento. En Apartadó han denunciado la presencia de grupos paramilitares como las Autodefensas Gaitanistas, que infunden miedo en los líderes sociales de esa zona del país. Según la Comunidad de Paz de Apartadó los hechos ocurrieron por la parte del río por dónde está el camino real que conduce a las veredas.