Sergio Rojas era un reconocido líder indígena del FRENAPI, Frente Nacional de los Pueblos Indígenas.
A las 9.15 pm de 18 de marzo 2019, Sergio Rojas fue asesinado en su casa en Salitre. Según testigos se escucharon 15 disparos, la policía tardó casi hora y media en llegar, permitiendo el escape de sus asesinos. El asesinato tuvo lugar horas después de que denunció amenazas ante el Organismo de Investigación Judicial de Costa Rica, OIJ, por una disputa de tierras.
La región es escenario de una disputa por la propiedad de las tierras entre grupos indígenas, a quienes la ley les otorga garantías, y personas no indígenas que aseguran tener derechos sobre parte de ellas. El conflicto lleva más de 12 años. Las personas indígenas decidieron recuperar las tierras por cuenta propia, quedando expuestos a agresiones de personas no indígenas. Salitre y Térraba son territorios que tienen medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) debido a las agresiones y violencia que han vivido las poblaciones indígenas recientemente por defender su tierra.
Los grupos indígenas han denunciado su asesinato diciendo, «Este gran luchador bribri ya había sido víctima de varios intentos de homicidio, persecución y fue preso por razones políticas durante 6 meses en el año 2015.»
En setiembre del 2015, en el contexto de una seria escalada de violencia en ese territorio indígena, ante la pregunta de si existe alguna posibilidad de llevar a cabo el proceso de recuperación de tierras que evite la escalada de violencia, Rojas declaró que:
«La única manera depende del Gobierno: que aplique la ley; si no lo hace siempre tendremos la intromisión de la gente no indígena usurpando nuestra tierra y en el momento en que ejecutamos nuestro derecho va a existir violencia, porque nadie quiere perder nada; el ladrón que roba no quiere perder lo que se roba, quiere que le paguen para que le devuelvan lo que robó».
El presidente Carlos Alvarado dijo que desde el Gobierno condena y repudia el asesinato en todos sus extremos y que el 18 de marzo era un día trágico para toda Costa Rica. Alvarado prometió acciones inmediatas para dar con los responsables y reforzar la seguridad en zona.
Representantes de diferentes organizaciones sociales se reunieron frente a la Asamblea Legislativa en una vigilia el 18 de marzo por la noche para exigir justicia y que el asesinato del líder indígena no quede impune.