El 30 de agosto, dos estudiantes del Instituto Técnico Honduras (ITH), aparecieron ejecutados cerca de su centro de estudio en Tegucigalpa, capital de Honduras, horas después de haber participado en una protesta convocada por una coalición opositora al gobierno.
Mario Suárez Gómez era uno de ellos. Según sus compañeros de colegio, los jóvenes desaparecieron después de haber participado en una movilización pidiendo la reincorporación de un bono de transporte, tras el incremento a ese servicio público en Honduras. Horas después fueron encontrados ejecutados en el sector conocido como “la montañita”.
Durante el mes de agosto los estudiantes del ITH realizaron al menos 12 acciones de protestas incluyendo la movilización y tomas de vías públicas, en todas las ocasiones fueron reprimidos con gas lacrimógeno por la policía nacional y militar. Mario y Gerson se destacaron activamente en estas acciones de protesta.
El día siguiente de sus asesinatos, en las redes sociales se filtraron imágenes del secuestro de los jóvenes por parte de supuestos miembros de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), donde se observa como varios hombres con capuchas, armas de grueso calibre, guantes, chalecos antibalas y con camisas rotuladas con la leyenda ATIC, sacan de una casa de habitación a los colegiales a quienes llevan esposados y los suben a un vehículo negro sin placas.
Los jóvenes fueron encontrados con características de ejecución, aún vestían la mismas vestimentas con las que los secuestraron y fueron asesinados con sus manos esposadas.
El informe de Medicina Forense reveló claros signos de tortura “ellos fueron atados de pies y manos, salvajemente torturados, los agarraron a toletazos y luego fueron ejecutados de varios disparos en la cabeza”. Los cadáveres de ambas víctimas presentaban múltiples heridas en el tórax y la espalda.
La madre de uno de los jóvenes declaró a medios locales que a su hijo le habían fracturado sus manos y piernas, cortado la nariz y sacado los ojos.
Las autoridades no han esclarecido los asesinatos. En repetidas ocasiones han desmentido que los responsables hayan sido agentes de la ATIC.