Aproximadamente a las 22:00 horas de la noche del domingo 5 de enero de 2020, un grupo de hombres fuertemente armados llegó a la comunidad indígena Agua Blanca Tribugá, en el municipio de Nuquí-Choco. En la violencia que siguió, Anuar Rojas Isaramá, miembro del Pueblo Embera Dobida, que trabajaba como agricultor y Guardia Indígena en este resguardo, fue brutalmente asesinado. Según testigos; los pistoleros sacaron a Anuar de su casa y le dispararon frente a la comunidad.
Pasaron tres días antes de que las autoridades se comunicaran con la comunidad. Después de esto, alrededor de 23 familias, compuestas por 100 personas, incluidas mujeres, niñas, niños y ancianos Emberas, huyeron de la zona en busca de refugio en la capital regional.
En los últimos meses se ha producido una serie de asesinatos de miembros de la guardia indígena cuya función es patrullar los límites de la reserva indígena y evitar la infiltración de acaparadores de tierras y madereros ilegales.
El ataque a la comunidad indígena Agua Blanca Tribugá supuestamente fue realizado por miembros del ELN. El estado de Chocó ha sido escenario de un conflicto continuo entre varios grupos armados. Además de la violencia aleatoria en curso, los pueblos indígenas también sufren el despliegue de minas terrestres que limitan las áreas donde pueden sembrar cultivos o cazar. El resultado de esto es que existe un problema de hambre y desnutrición, especialmente entre los niños. .