El líder comunitario Floro Samboni Gómez de 56 años era agricultor y presidente de la Junta de Acción Comunal en la vereda Loma Larga Bajo, en la comunidad de Llacuanas, Cauca.
El 24 de abril de 2020, Floro estaba en su casa cuando un grupo de hombres armados llegó a su casa y lo llamó. Cuando apareció abrieron fuego varias veces matándolo instantáneamente.
Floro fue el cuarto defensor de derechos humanos asesinado en Cauca en una semana.
De los 1.000 casos de defensores de derechos humanos y líderes comunitarios asesinados en Colombia entre 2016 y 2020, el 74% permanece en total impunidad.
Muchos de los asesinatos ocurren en estados donde existe una convergencia de intereses entre narcos, operaciones mineras y grupos paramilitares. Muchos líderes comunitarios se preguntan cómo es que estados como el Cauca, que tienen una presencia militar muy fuerte, pueden ser el epicentro de una ola de asesinatos de defensores de derechos humanos.
Acusan a las autoridades militares locales de no tomar medidas significativas y, en algunos casos, de complicidad en los crímenes.