Rodrigo Salazar Quinoñes era miembro de la Guardia Indígena del pueblo Awa, en el municipio de Tumaco, Nariño. También se presentaba a las elecciones para el cargo de gobernador del resguardo indígena Awá en Piguambí Palangala.
Había recibido numerosas amenazas debido a su papel destacado en la comunidad y se le había ofrecido protección estatal debido al riesgo para su vida.
En la mañana del 9 de julio de 2020, Rodrigo se dirigía a participar en una reunión virtual con varios otros líderes indígenas cuando varios hombres armados se le acercaron y le dispararon varias veces, matándolo instantáneamente.
La reunión había sido organizada por la Procuraduría para Asuntos Étnicos para discutir aquellas secciones del Acuerdo de Paz de 2016 que se relacionan con asuntos indígenas.
El asesinato ha sido atribuido al grupo disidente armado “Los Contadores”, que ha sido responsable de otros ataques contra líderes indígenas en la zona. Un miembro del grupo ha sido detenido por ejecutar el asesinato por orden del líder del grupo, Mario Mauricio Morán Guerrero, quien usa el alias de Camilo 40.
Parece que, como parte del plan de la comunidad para evitar la propagación de Covid en la comunidad, Rodrigo había instalado un control de carretera para restringir el movimiento en el área. Esto interfirió con el movimiento de “Los Contadores” y Camilo 40 le había advertido a Rodrigo que quitara el tranque o asumiera las consecuencias.
El integrante del grupo actualmente detenido es el jefe de un grupo de sicarios que trabaja para “Los Contadores”. Se cree que el asesinato de Rodrigo responde violentamente a los esfuerzos de la comunidad para combatir las actividades ilegales de los grupos disidentes en la zona.
Tumaco es escenario de una violenta lucha entre varios grupos armados por el control de un corredor estratégico para la exportación de cocaína a los puertos locales y a través de la frontera con Ecuador.
El poder de estos grupos criminales es tan fuerte que las comunidades indígenas, campesinas y afrodescendientes han sido aterrorizadas hasta el silencio en lo que sienten es un territorio olvidado por el gobierno.
Desde entonces también está detenido Mario Mauricio Morán Guerrero (Camilo 40).