Carlos Escué era un líder indígena del resguardo Munchique Los Tigres donde coordinaba actividades musicales para jóvenes en Santander de Quilichao, Cauca.
En la noche del 5 de diciembre de 2020, dos hombres armados en motocicletas ingresaron a una finca en la zona de Gualanday y abrieron fuego contra los que estaban dentro.
Entre las víctimas se encontraba el excombatiente de las FARC Fernando Trochez Ulcue y su hermano David Trochez. Fernando tenía su base en la zona de reincorporación ‘Carlos Perdomo’ y es el miembro número 245 de las FARC asesinado desde la firma del acuerdo de paz en noviembre de 2016.
El activista comunitario y músico Carlos Escue, quien organizaba talleres para jóvenes en el resguardo de Munchique, también fue asesinado. La última víctima fue identificada como Emerli Basto.
El año 2020 fue el más violento en Colombia desde la firma del acuerdo de paz en noviembre de 2016, con ataques generalizados contra activistas sociales, sindicalistas y exguerrilleros del proceso de paz.
Hay poco que sugiera que la crisis de derechos humanos de Colombia se aliviará sin una acción drástica por parte del gobierno colombiano y la comunidad internacional. Hasta el momento, no se han tomado medidas suficientes.