Fablio Armando Guanga, de 20 años, era miembro de la Guardia Indígena del pueblo Awá en el resguardo Gran Rosario en Tumaco. Había estado trabajando en proyectos para ayudar a las víctimas de la violencia armada en la región.
El 23 de diciembre de 2020, un grupo de sicarios lo secuestró de su domicilio en La Guayacana en Tumaco.
El 27 de diciembre se confirmó que había sido asesinado.
Días después del asesinato los líderes del pueblo Awá emitieron un comunicado: “Como pueblos indígenas exigimos al presidente Iván Duque que como Jefe de Estado asuma la responsabilidad de estas acciones contra el pueblo indígena Awá y que asuma su responsabilidad por la falta de garantías y cuidar los derechos humanos de las comunidades que simplemente estamos ejerciendo nuestros derechos fundamentales.
El Estado colombiano debe ser el principal garante del pleno cumplimiento de nuestros derechos y responsabilizarse de las omisiones de las fuerzas armadas adscritas a su gobierno y establecer el control de los territorios. Nuestros territorios deben estar libres de armas, y así lo queremos.
Por eso hoy exigimos que se garanticen nuestros derechos humanos, que la fuerza pública actúe bajo estándares de derechos humanos, que el Ministerio Público esté presente en los territorios y actúe como garante real de nuestros derechos. Solicitamos a los organismos garantes como la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía General de la Nación que cumplan con su rol institucional de velar por la garantía y el respeto de los derechos constitucionales a la vida, la seguridad personal, la integridad física y psíquica, el honor de los pueblos.”