El 1 de abril de 2020, Juan Zamarrón Torres, defensor de los derechos indígenas y ambientales, de setenta y dos años, fue asesinado a tiros en Bocoyna, en el estado de Chihuahua. Hombres armados irrumpieron en su casa a última hora de la tarde y lo mataron a tiros. Otros dos miembros de la familia murieron en el ataque.
Zamarrón era miembro del pueblo ráramuri y había trabajado para proteger los bosques de la Sierra Tarahumara que están amenazados por la tala ilegal. Había sido amenazado en repetidas ocasiones porque había presentado una denuncia oficial sobre las actividades de los madereros ilegales en la zona.
En una entrevista poco antes de su muerte, había manifestado su intención de pedirle al presidente López Obrador que ordenara una investigación sobre los vínculos entre los funcionarios de la administración local y los madereros ilegales.
Las bandas criminales que controlan la zona han extendido sus actividades desde la producción y venta de marihuana hasta la tala ilegal. En el proceso, apuntan a cualquiera que desafíe su monopolio.
Veinte personas fueron asesinadas en un período de dos semanas, incluido Zamarrón, quien anteriormente había sido alcalde del municipio.