Alberto Román Acosta fue el presidente del Nacional Unión de Agricultura Trabajadores y luchó durante más diez años de los derechos de los cortadores de caña de azúcar. Los cortadores de caña de azúcar trabajan debajo condiciones duras por más de catorce horas al día y hacen menos $200 por mes. Si un trabajador es herida en el trabajo, no recibe compensación ni recibe atención medica y debe proporcionar su propio equipo para su trabajo. Los organizaciones, como el Nacional Unión de Agricultura Trabajadores (SINTRAINAGRO), que trabajan para proteger a estos trabajadores a menudo los objetivos de grupos terroristas, ya que se oponen a los procesos de paz que están llevando a cabo estos grupos sindicales. Cerca de 1,300 miembros y líderes han sido asesinados es esta circunstancias.
El 30 de junio de 2017, Alberto Román Acosta fue baleado por dos hombres no identificados en una motocicleta mientras miraba el partido de fútbol de su hijo. Más tarde murió en el hospital San Rafael en El Cerrito. Después de la muerte de Acosta, su sindicato emitió un comunicado en el que exigía un investigación exhaustiva sobre su asesinato y también pidió al presidente Calderón y a su gobierno que protejan a los líderes y miembros sindicales para que pueden continuar su trabajo sin la constante amenaza de muerte.