Ramón Hernández Nevárez y su hijo Anselmo Hernández Andujo, integrantes de la organización campesina El Barzón, fueron asesinados a balazos en la colonia Santa Clara, en el municipio de Namiquipa el 13 de junio de 2018. Ambos venían de la ciudad de Chihuahua, donde tuvieron una reunión con el director de Desarrollo Rural de Gobierno, Martín Solís, para resolver problemas de agua cuando fueron interceptados por sujetos armados que les dispararon.
Eran líderes agrarios de su comunidad; encabezaron las demandas y denuncias en materia agraria, y en los últimos años se sumaron a la lucha por la defensa del agua en la cuenca del Río del Carmen y contra el control de grupos armados en la región. Su crimen se suma al de los barzonistas Ismael y Manuelita Solorio ocurrido el pasado 22 de octubre del 2012; y al de Alberto Almeida ocurrido en Ciudad Juárez el 24 de febrero del 2015.
En un comunicado, El Barzón denunció que Ramón Hernández y su familia habían recibido amenazas semanas atrás, las cuales fueron denunciadas antes las autoridades por lo que se llevó a cabo un operativo que dejó un detenido y el aseguramiento de armas y equipo táctico. Esa persona fue puesta a disposición del agente del Ministerio Público, quien turnó el caso ante un juez federal, pero éste lo puso en libertad. El Barzón consideró que el asesinato de sus dos compañeros se cometió en represalia a las denuncias y por la liberación de la persona detenida. Lamentó que “el crimen organizado siga operando con entera libertad e incluso controlando diversas zonas de la entidad”. Exigió una investigación oportuna, exhaustiva, imparcial y con la debida diligencia para esclarecer los hechos y sancionar a los responsables, así como que se garantice la seguridad en la región y la presencia permanente de las fuerzas de seguridad pública para proteger a las personas que ahí se encuentran.
Fuente: Sin Embargo / La Jornada