El 19 de junio de 2020, el cuerpo de Antonio Bernárdez Suaza fue encontrado cerca del pueblo de Río Miel en Colón, Honduras.
Bernárdez Suaza, de 71 años, era miembro del Comité de Defensa de la Tierra de la comunidad garífuna en Punta Piedra y había sido objeto de desaparición forzada 6 días antes.
En la zona existe un conflicto permanente desde 1992 cuando un grupo de campesinos, organizado por el general Castro Kabus, invadió el territorio y se apoderó de tierras pertenecientes a la comunidad garífuna.
El caso de Punta Piedra ha sido planteado reiteradamente en el sistema interamericano de derechos humanos y en 2015 la Corte Interamericana de Derechos Humanos falló a favor de la comunidad garífuna. Sin embargo, este fallo ha sido ignorado por el Estado hondureño.
La comunidad garífuna ha pedido repetidamente al gobierno de Honduras que reubique a los campesinos que han establecido una comunidad en Río Miel, usándola como base para hostigar y atacar a la comunidad garífuna. Hasta la fecha, el Estado no ha hecho nada para poner fin al ciclo de violencia.
En 2003, otro líder garífuna, Bonifacio Ordoñez, fue asesinado en la zona. A pesar del tiempo transcurrido y de la existencia de un sospechoso identificado, el estado solo ha llevado a cabo las investigaciones más básicas.
La raíz del conflicto radica en la ausencia de un registro definitivo de títulos de propiedad de la tierra o de un marco legislativo para la protección de los pueblos indígenas en Honduras.
El asesinato de Bernárdez Sauza es un recordatorio de que el estado no tomó ninguna medida significativa para proteger los derechos de la comunidad garífuna frente a los continuos ataques.