Las comunidades ancestrales del sur de Nariño rechazan el homicidio del gobernador electo y del líder mayor del resguardo Palmar Medio Imbi, al sur de Nariño. Ante constantes amenazas, piden que el gobierno de Iván Duque los escuche y les garantice protección.
Los dos líderes indígenas, padre e hijo, fueron ajusticiados en un lugar diferente, pero el mismo día. Héctor Ramiro García, líder y fundador de la organización Camawari, fue asesinado en una casa de la guardia indígena, en la vereda Palmar, a unos 300 metros de donde otro hombre le disparó a su hijo de 28 años, Braulio Arturo García Guanga, el recién elegido gobernador indígena.
Los hechos ocurrieron el pasado 1° de diciembre, pero la historia completa de este episodio de violencia tiene unos antecedentes relacionados con el control territorial que ejercen los líderes ancestrales. A la fecha, en lo que va corrido de 2018, en el sur de Nariño han sido asesinados 34 comuneros awá, entre niños, mujeres y autoridades tradicionales. Así lo relataron algunos voceros indígenas de la zona, a quienes les reservamos sus nombres porque las amenazas no cesan.
Este martes, luego de que los cuerpos de los líderes arribaran a la cabecera municipal de Ricaurte (Nariño) y fueran instalados sobre la carretera entre Pasto y Tumaco para su velación, una llamada intimidante de desconocidos alertó a los representantes del Cabildo Mayor Awa de Ricaurte (Camawari), quienes inmediatamente denunciaron los hechos.