Fuente La Opinión-Digital
El ambientalista y misionero católico, Paul Mc Aley, fue encontrado muerto y su cuerpo estaba calcinado dentro de una albergue para estudiantes indígenas de Perú.
Mc Aley de 71 años, había viajado por primera vez a Perú en el año 2000, para apoyar a activistas indígenas. En declaraciones del año 2010, a la BBC, sostuvo que esperaba enseñar a los peruanos sus derechos humanos y ambientales.
Condolencias
Por su parte, la Conferencia Episcopal Peruana(CEP) expresó sus condolencias por la muerte del misionero lasallista y solicitó “a las autoridades esclarecer los hechos y hallar a los responsables de este suceso”.
En tanto, la iglesia peruana también manifestó “sus condolencias al hermano visitador, Jorge Aguilar, superior de la Congregación en el Perú y a todos los miembros de Hermanos de la Salle”.
Fue su orden religiosa, la de los Hermanos de la Salle, la que precisó que el cuerpo del misionero había sido quemado.
Investigación
Hasta el momento, las autoridades iniciaron una investigación por la cual están interrogando a seis estudiantes que vivían en este albergue juvenil. El mismo pertenece a la Red Ambiental Loretana, que fue fundada por el propio Mc Aley.
El activista nació en la localidad de Portsmouth, al sur de Inglaterra. Desde hacía más de 20 años, vivía en Perú.
Anteriormente, ya había recibido la Orden del Imperio Británico por haber fundado una escuela en un área pobre de Lima.
Legado
Numerosos grupos medioambientales le rindieron tributo luego de conocer la noticia de su muerte. “Ha sido un privilegio conocer y trabajar con el Hermano Paul“, publicó en Twitter Julia Urrunaga, que trabaja para la Agencia de Investigación Ambiental (AIA) de Perú.
En 2010, el gobierno peruano ordenó la expulsión de Mc Auley. Se lo acusaba de incitar al desorden entre los indígenas, por protestar contra la destrucción del medio ambiente. Después de una larga batalla legal, y de contar con el apoyo de cientos de personas, le permitieron quedarse en el país.
Declaraciones
Ante aquellos hechos, Mc Auley sostuvo: “Se suele acusar a la educación de incitar a la gente a comprender sus derechos, de ser capaz de organizarse para asegurar sus derechos humanos.”
“Si eso es un crimen, entonces, sí, soy culpable”, añadió. “Como miembro de una orden católica, mi vida ha estado dedicada a la educación humana y cristiana” afirmó en ese momento.
Hermano Paul
El “hermano Paul”, como era conocido habitualmente, se caracterizó por su profundo compromiso con la defensa del medio ambiente. Además, por su identificación con la realidad de la región de Loreto, en la Panamazonía y con la problemática de los pueblos originarios.
Aparte de presidir la Red Ambiental Loretana, asesoraba a la Organización de Estudiantes de la Amazonía Peruana.
No solo era religioso, también era filósofo, matemático y teólogo. Entregó sus últimos años a las causas socio ambientales de la Amazonía peruana, desde que se trasladó a Iquitos. Allí también, promovió un modelo de educación inculturada para jóvenes indígenas.