Carlos Humberto, originario de Palenque, Chiapas, de oficio carpintero, tenía 32 años y era padre de dos niñas de 11 y 4 años de edad. Él y su familia pertenecen a la organización Pueblos Autónomos en Defensa de los Usos y Costumbres (PADUC), conformada por comunidades ch’oles, tseltales y mestizas que se dedican a la defensa de su territorio.
En un comunicado el 17 de septiembre 2018 su esposa Lidia Jiménez Antonio explicó que Carlos era una persona humilde, tranquila y trabajadora, toda la comunidad lo conocía y lo respetaba y fue ejecutado por militares de la 38 Zona Militar de Tenosique, Tabasco, al confundirlo con un integrante de la delincuencia organizada, en un puesto de control ubicado en la comunidad Celia González de Rovirosa del municipio de Macuspana.
Acompañada de representantes del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas de Chiapas y de la organización civil Pueblos Autónomos en Defensa de los Usos Costumbres (PADUC), la viuda dijo que antes de detenerse el vehículo donde viajaba su esposo, los militares dispararon y le pegaron un balazo en la frente.
Denunció que, al darse cuenta del error, los elementos castrenses alteraron la escena del crimen. Sembraron un arma de fuego, colocaron cartuchos percutidos que no corresponde al arma y difundieron en medios de comunicación la versión de un enfrentamiento entre sicarios y elementos del Ejército.
Victorino Gálvez, representante de Centro Fray Bartolomé de las Casas, acusó a los militares de ejecutar extrajudicialmente a Mendoza de los Santos y exigió a la PGR investigar a fondo los hechos, así como dar seguridad a la familia que, denunció, sufre intimidaciones por parte del Ejército por exigir justicia.
Fuente: Proceso