El 18 de Noviembre de 2016, Erley Monroy, defensor colombiano de los derechos medioambientales y de tierra, de 54 años, murió en el hospital por lesiones sufridas en un ataque a mano de asaltantes desconocidos en la ciudad de San Vicente del Caguán, en el sur de Colombia.
Director de la Asociación Campesina Ambiental Losada-Guayabero (ASCAL-G) y conocido opositor al fracking y otras prácticas mineras, Erley Monroy, había denunciado recientemente la renovada actividad de los grupos paramilitares en la zona. En el siguiente clip, Erley Monroy habla sobre la lucha por los derechos a la tierra en Colombia:
Antes de su asesinato, Erley Monroy explica en una entrevista con Semanario Voz su doble visión del daño causado por los proyectos petroleros y mineros. «El daño ambiental es el primero, pero el otro es el daño al tejido social. Sabemos que las compañías petroleras nunca vienen con cosas buenas. Por un lado, los paramilitares vienen detrás de las compañías petroleras. Después de eso vienen los psicópatas, los ladrones, los violadores y nuestra cultura muere. Y el ejército también hace esto, así que tenemos miedo «.
Durante el mismo fin de semana de su asesinato, otros dos líderes locales, el Sr. Didier Losada, Presidente de la Asociación de Vecinos de El Platanillo y Rodrigo Cabrera, agricultor, líder comunitario y miembro de la Marcha Patriótica también fueron asesinados. Mientras tanto, otro defensor de los derechos a la tierra y al medioambiente, Hugo Cuéllar, sobrevivió a un intento de asesinato en el cual, según los informes, recibió cinco disparos en San Vicente del Caguán, Caquetá, cuando volvía del funeral de su colega Erley Monroy.
Front Line Defenders condena enérgicamente la ola de violencia mortal contra los defensores de los derechos humanos y hace un llamamiento al estado colombiano para que realice investigaciones exhaustivas e imparciales sobre los homicidios. Front Line Defenders también insta al estado colombiano a adoptar un enfoque preventivo y eficaz para la protección de los defensores de los derechos humanos que sea flexible y responda a los riesgos cambiantes a los que se enfrentan. Proteger y apoyar a los defensores de los derechos humanos es un paso crucial en el camino hacia una paz duradera en Colombia.