Harley Mogollón Becerra fue una líder social y se desempeñó como coordinadora regional de la Asociación Nacional de Agricultores «ASONALCA» en el Distrito Nº 1, además de ser miembro de la Guardia Campesina. A través de esto, apoyó los derechos a la tierra de las comunidades campesinas, la producción de alimentos limpios y los derechos de los civiles.
El 22 de enero de 2018, él y su esposa fueron secuestrados por hombres en una motocicleta y Harley recibió varios disparos en el barrio de Cabeceras del Llano. El dirigente social se transportaba en una motocicleta con su esposa, y llegando al barrio Cabeceras del Llano, cerca al sitio conocido como el terraplén fue obligado a descender de la moto por dos personas armadas, una de las cuales
disparó varias veces contra él hasta cegarle la vida.
El Movimiento Político ha solicitado al Estado colombiano en reiteradas ocasiones adoptar medidas de protección de orden político y materiales para salvaguardar la vida e integridad de sus dirigentes y permitir el cumplimiento de sus labores sociales en total seguridad, sin que se haya obtenido una respuesta favorable.
Esta muerte se suma a otras acciones violentas que en lo que va corrido del mes de enero de 2018, han dejado 9 personas asesinadas en el departamento, acrecentando la crisis humanitaria, cinco (5) de las cuales han sido producidas por la fuerza pública, en una oleada que contradice las voces que hablan del fin del conflicto y la paz; además engrosa la escalofriante cifra de defensores y líderes sociales asesinados en los dos últimos años.
El Estado constitucional y legalmente, así como por sus compromisos internacionales tiene la obligación de proteger a los pobladores y hacer que los derechos de asociación, movilización, protesta social, libertad de expresión, oposición, y a una vida digna sea una realidad, pero ese deber no se cumple asesinando a las personas ni permitiendo que sean asesinadas, en una total desprotección y vulnerabilidad.