El 24 de noviembre de 2020, Laura Carolina Valentín Dolmo, joven defensora garífuna e integrante de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH), fue encontrada muerta en el río Danto en La Ceiba, en el norteño departamento de Atlántida en Honduras.
La OFRANEH ha publicado una carta en la que pide una autopsia e investigación rigurosas, que según la organización no se han llevado a cabo.
El asesinato de Laura Valentín Dolmo forma parte de una serie de homicidios, feminicidios y casos de desaparición forzada que han acosado al pueblo garífuna durante el último año, como es el caso de los cinco jóvenes desaparecidos desde el 18 de julio de 2020.
Según la Unidad para la Protección de Defensores de Derechos Humanos en Guatemala (UDEFEGUA), 2020 fue el peor año registrado en términos de ataques a defensores de derechos humanos desde que la organización comenzó a documentar abusos en 2000.
Del 1 de enero al 15 de diciembre, UDEFEGUA documentó 1.004 ataques a defensores de derechos humanos. Las mujeres defensoras fueron el blanco del 33,66 por ciento de estos ataques. Los ataques incluyen 15 asesinatos y 22 intentos de asesinato de defensores de derechos humanos.
Según UDEFEGUA, “En términos prácticos, el actual gobierno ha desmantelado la institucionalidad para la promoción de la paz y los derechos humanos, así como los pocos y débiles mecanismos de protección existentes. . . . [E]ste período [de la pandemia] fue utilizado para reprimir, violar y atacar a quienes defienden los derechos humanos en el país”.
UDEFEGUA ha llamado a la comunidad internacional a aumentar la observación y documentación de este tipo de incidentes, denunciar las violaciones y exigir al gobierno guatemalteco que cese la violencia y disminuya la impunidad de los perpetradores de crímenes cometidos contra defensores de derechos humanos.