Omar Bisbicus, de 25 años, era miembro del pueblo Awa y líder de la organización de derechos indígenas Camari en el estado de Nariño.
El 30 de noviembre de 2020, Omar se desplazaba en moto entre los pueblos de Llorente y La Guayacana. Acababa de pasar por el poblado de Ricaurte cuando fue detenido por un grupo de hombres armados que le dispararon diez veces y lo dejaron muerto a un costado de la carretera. También le robaron la motocicleta, la cartera y el teléfono móvil.
Según el líder comunitario Niber Moreano, “este último asesinato ha llevado a diez el número de miembros del pueblo Awa asesinados en lo que va de 2020. Lamentablemente en esa zona de Llorente desde Diviso hacia abajo, hay muchos grupos y es como si hubiera no hay ley ni gobierno en este país. Es un territorio sin Dios ni ley. ”
Según la comunidad hay una fuerte presencia de elementos disidentes de las FARC, grupos paramilitares y narcotraficantes. En repetidas ocasiones han pedido una presencia estatal más fuerte en la zona.
Según el CERAC (Centro de Recursos Para El Análisis de Conflictos), que analiza la violencia política en Colombia, el número de asesinatos ocurridos entre enero y noviembre de 2020, había aumentado en un 40% con respecto al mismo período del año anterior.