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BOLETÍN ENERO-MARZO 2021 – Agresiones contra defensor@s Colombia

Entre enero y marzo del 2021 el Sistema de Información sobre Agresiones contra Personas Defensoras de Derechos Humanos -SIADDHH- del socio del proyecto HRD Memorial, El Programa Somos Defensores, confirmó 180 agresiones contra personas defensoras de derechos humanos en Colombia. Es decir, en promedio se cometieron dos agresiones diarias a través de distintos tipos de violencia: asesinatos, amenazas, atentados, detenciones arbitrarias, judicializaciones, desapariciones forzadas y robos de información.

La amenaza es la agresión que reportó el mayor número de hechos (125), con un 9% más que en el mismo período de 2020. Por su parte, los atentados (16 hechos) presentaron un incremento del 14% (2 hechos más). También se confirmaron: asesinatos (28 hechos), desapariciones forzadas (5 hechos), detenciones arbitrarias (3 hechos), robos de información (2 hechos) y judicializaciones (1 hecho).

Cada 3 días fue asesinada una persona defensora en el país. El liderazgo que registra el mayor número de asesinatos es el indígena, seguido del campesino y el comunitario.

 

Cifras SIADDHH enero - marzo 2021

REPRESIÓN CONTRA CODECA: LA PELIGROSA VOCACION DE EJERCER Y DEFENDER DERECHOS EN GUATEMALA

De acuerdo con un nuevo informe de CODECA 14 miembros de la organización han sido asesinados desde enero de 2018, en el contexto de una campaña de amenazas y ataques directos.

La represión es un mecanismo para frenar las luchas de los pueblos que defienden sus derechos frente a los intereses voraces de sectores de poder económico. En Guatemala CODECA es el movimiento social más perseguido y criminalizado en los últimos años.

En menos de dos años (de Enero 2018 a Septiembre 2019) 14 personas defensoras de DDHH integrantes de CODECA han sido asesinadas. En este mismo lapso de tiempo un total de 5748 personas defensoras han recibido diferentes tipos de agresiones. Los casos más frecuentes son criminalización,

amenazas colectivas a comunidades, amenazas directas a la integridad de defensores o sus familias y encarcelamientos. No se cuantifica en este documento las víctimas de las campañas de difamación y estigmatización, estos afectan masivamente a todas las familias organizadas en CODECA.

Todos los casos de represión contra CODECA siguen en la impunidad. Casi siempre, el sistema de justicia en Guatemala es utilizado por los sectores de poder para perseguir y criminalizar a defensores/as y organizaciones que defienden

DDHH. La respuesta estatal a la represión, siempre ha sido nula. El mismo gobierno central de Guatemala es uno de los actores que ha estigmatizado a las organizaciones y a las personas defensoras de DDHH. No hay voluntad política por

parte del gobierno de atender esta problemática.

Como mecanismo de defensa por parte de CODECA ante la represión, se han implementado diferentes estrategias, una de ellas es que se a seguido muy bien la consigna que dice “Ante mayor represión, mayor organización”. Se ha implementado una estrategia de comunicación mediante una red nacional

de comunicadores comunitarios que trabajan redes sociales y una Radio, Radio Victoria la Voz de los Pueblos. A nivel nacional también se ha articulado una red de defensores/as comunitarios para generar mecanismos de apoyo mutuo y respuestas ante la represión.

A pesar de la adversidad, CODECA ha logrado crecer a nivel nacional. Ha fortalecido su lucha por la defensa de los DDHH, la Madre Tierra y el Territorio. Ha avanzado cada vez más en el posicionamiento público de la propuesta de construcción del Estado Plurinacional y el Buen Vivir de los pueblos, mediante

un proceso de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional (ACPP). Una apuesta es lograr que los pueblos y sectores históricamente excluidos sean sujetos/as de derechos, y la Madre Tierra sea concebida y protegida como fuente de vida y no como recurso para ser explotado.

Colombia: 2018 ha sido uno de los peores años para defensores de derechos humanos con un total de 805 agresiones y dentro de ellas 155 asesinatos

Descargue el informe aquí 👉 https://somosdefensores.org/2019/04/23/la-naranja-mecanica/
Video de lanzamiento 👉 https://www.youtube.com/watch?v=rLF33QXV_L0

El 2018 ha sido uno de los peores años en materia de Derechos Humanos para las personas defensoras y líderes sociales en Colombia. Con un total de 805 agresiones y dentro de ellas 155 asesinatos, podemos decir que las cifras de violaciones a la vida de estos activistas alcanzaron niveles nunca antes registrados por el Sistema de Información sobre Agresiones contra personas Defensoras de Derechos Humanos –SIADDHH– del Programa Somos Defensores.

Desde el 2016 las cifras han venido en aumento pero, de manera especial, preocupa que este último año haya quedado marcado como el más violento para las personas defensoras de derechos humanos, pues en relación con el 2017 el incremento de las agresiones fue del 43,7%. Diferentes causas se encuentran detrás de este incremento de la violencia, entre ellas, identificamos como una de las principales, el reordenamiento de los grupos armados en los territorios después de la firma del Acuerdo de Paz con las FARC y de la desmovilización de esta guerrilla.

De otro lado, y mientras no paran de presentarse casos de agresiones contra defensoras y defensores, la Fiscalía General de la Nación ha optado por hacer referencia a un “esclarecimiento histórico” en las investigaciones de asesinatos, a partir de una distorsión del concepto de esclarecimiento con el que nombra como tal los avances en las investigaciones. De esta manera, por ejemplo, en enero del presente año la Fiscalía señaló que de 250 casos priorizados tenía esclarecimiento en el 54,8%, cuando en realidad solo se había realizado 22 condenas, es decir, un esclarecimiento del 8,8%.

Con estos pocos avances en las investigaciones y la exclusión de muchos otros casos de violación a la vida y derechos, tenemos que la impunidad sigue siendo un factor de preocupación en las agresiones contra personas defensoras de derechos humanos; además, las indagaciones muchas veces se concentran en identificar el autor material, cuando detrás de cada agresión o asesinato se pueden encontrar responsabilidades a un nivel más profundo.

Inquietan los altos niveles de violencia, frente a unas políticas de Gobierno poco efectivas para garantizar la vida y derechos de los defensores, y de cara a un próximo escenario electoral en el que se ponen en riesgo los liderazgos en los territorios.


Sirley Yesenia Muñoz Murillo
Coordinadora Comunicaciones, Incidencia y Sistema de Información – SIADDHH
Programa Somos Defensores-PNGPDDH
Cel. (057) 3176677053
Tel.(057 1) 2814010
Calle 19 No.4-88 Oficina 1302
Bogotá, D.C. Colombia
www.somosdefensores.org

LA

Colombia: Nueveo informe confirma que si – sistematicidad, un hecho probado en el asesinato de líderes sociales

 

Un informe de la Comisión Colombiana de Juristas, la Universidad Nacional y varias organizaciones sociales ilustra cómo el asesinato de líderes sociales en Colombia es el resultado de «una violencia metódica y no aleatoria», desde la firma del Acuerdo de Paz con las Farc en 2016.

Con respecto a los crímenes que configuran violaciones al derecho a la vida e integridad contra defensoras y defensores de derechos humanos y líderes y lideresas sociales, los hallazgos de este informe definen patrones concretos en lo referente a las violaciones a los derechos a la vida e integridad en cuanto a: su localización dentro de un determinado ámbito geográfico, las personas contra las que se perpetran las violaciones, el modo en el que estas violaciones se llevan a cabo, su frecuencia y sus posibles perpetradores.

Para elaborar la construcción de patrones se tomará como base el concepto de “Moda estadística”, entendida como el factor o condición que más se repite en una muestra o estudio.

Naturaleza de los crímenes: Este fenómeno de violencia evidencia una naturaleza repetitiva, invariable y continua; es una violencia perpetrada de manera reiterada, metódica y no aleatoria. Es un ejercicio de violencia no accidental ni fortuito ejercido de manera ilegal contra una población civil concreta. Las víctimas presentan unas características comunes determinadas por sus cualidades y sus luchas.

Se tomará como base el concepto de “Moda estadística”, entendida como el factor o condición que más se repite en una muestra o estudio. Naturaleza de los crímenes: Este fenómeno de violencia evidencia una naturaleza repetitiva, invariable y continua; es una violencia perpetrada de manera reiterada, metódica y no aleatoria. Es un ejercicio de violencia no accidental ni fortuito ejercido de manera ilegal contra una población civil concreta. Las víctimas presentan unas características comunes determinadas por sus cualidades y sus luchas.

Características de las víctimas: El perfil de los líderes sociales y defensores de derechos humanos asesinados se elabora por su condición más activa o evidente, que puede estar vinculada con los móviles de su asesinato. Las víctimas, en su mayoría, son personas en condición de vulnerabilidad socioeconómica ubicadas en una posición de desventaja en las relaciones asimétricas de poder

regionales, pertenecientes a grupos étnicos históricamente discriminados, de extracción campesina y algunas de ellas eran o son (los sobrevivientes) víctimas del desplazamiento forzado o de otras acciones propias del conflicto armado. Las víctimas de asesinatos y desapariciones forzadas, en su mayoría son dignatarios y dignatarias de JAC, líderes(as) Indígenas, líderes(as) de organizaciones campesinas, de Consejos Comunitarios, de procesos de restitución de tierras, de organizaciones de víctimas, líderes(as) Ambientales y líderes(as) de población LGBTI.

En 2017 y 2018 se evidencia un incremento en violaciones al derecho a la vida y la integridad de líderes(as) de procesos de sustitución de cultivos de uso ilícito, directivos sindicales y de miembros de los partidos políticos FARC y Colombia Humana. Algunas de las víctimas no hacían parte de una organización y otras sí. La frecuencia de violaciones al derecho a la vida contra miembros de las organizaciones mencionadas en el informe apunta a demostrar que existen patrones de violencia contra estas organizaciones. El que miembros de estas organizaciones hayan sido víctimas de agresiones de manera reiterada también puede indicar la posible existencia de niveles de planeación de estos crímenes.

Luchas de las víctimas: En general, las víctimas de violaciones al derecho a la vida llevaban a cabo ejercicios de poder contra-hegemónico en el ámbito local 218 que afectan intereses de grupos ilegales, pero también de grupos económicos, empresas o personas que son consideradas por el Estado y la sociedad como inscritos en la legalidad. Las víctimas eran un obstáculo para determinados actores que detentan el poder económico, político o armado en las regiones afectadas. Las acciones y luchas más evidenciadas de las víctimas registradas se centran en: defensa de los derechos a la tierra y el territorio, veeduría y denuncia de crímenes de actores hegemónicos, denuncias de despojo de tierras, de actos de corrupción de funcionarios estatales, de presencia de actores armados, de reclutamiento forzado y de microtráfico. Otras víctimas hacían oposición a megaproyectos económicos, de explotación o de industrias extractivas que afectan negativamente a la comunidad (de petroleras, minería legal e ilegal, construcción de represas), hacían defensa de derechos sexuales y reproductivos o trabajaban en proyectos de sustitución de cultivos de uso ilícito y otros referentes a la implementación del Acuerdo de Paz entre el Estado y la antigua guerrilla de las FARC.

Colombia: Six human rights defenders killed during the first week of 2019

Six human rights defenders, Maritza Quiroz Leiva, Wilson Pérez Ascanio, José Rafael Solano, Wilmer Antonio Miranda, Jesús Adier Perafán, and Gilberto Valencia were killed in violent attacks in Colombia during the first week of 2019.

Maritza Quiroz Leiva was a woman human rights defender, deputy of the Victims Committee of Santa Marta (Mesa de Víctimas of Santa Marta) and the leader of a group of Afro-Colombian women who have been victims of enforced displacement in rural areas. She advocated for the rights of all victims of the Colombian conflict, especially regarding situations of enforced displacement, which she suffered herself, and of the Afro-community that she was a part of.

At 3am on 7 January 2019, Maritza Quiroz Leiva was killed by unidentified armed men who broke into her rural property in San Isidro, in Sierra Nevada, Santa Marta. Before the armed men entered her house, Maritza Quiroz Leiva asked her son Luis Camilo Bermúdez Quiroz to hide under the bed, from were he heard the shots. He ran to a police station as soon as the killers left.

Wilson Pérez Ascanio was a human rights defender, social leader, and member of the Movement for the Popular Constituent (Movimiento por la Constituyente Popular, MCP). On 5 January 2019, he was shot by unidentified armed men on a motorcycle in Hacarí, Norte de Santander. He was transferred to a nearby hospital in La Playa de Belén, but died in the early hours of 6 January 2019.

José Rafael Solano was a human rights defender, president of the Community Action Board (Junta de Acción Comunal) and social leader. At 5pm on 4 January 2019, unidentified armed men shot him dead in front of his house, between the municipalities of Zaragoza and Caucasia, in Bajo Cauca, Antioquia. His family witnessed the crime.

Wilmer Antonio Miranda was a human rights defender and member of the Cajibio Peasant Workers Association (Asociación de Trabajadores Campesinos de Cajibio), of the National Asociation of Peasant Reserves (Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina), the National Coordination of Coca, Amapola and Marijuana Cultivators (Coordinadora Nacional de Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana), and the Social and Political Coordination Patriotic March in the Cauca region. At 6pm on 4 January 2019, he was shot by four unidentified men, dressed as civilians, and died immediately.

Jesús Adier Perafán was a social leader and citizen inspector of the Caicedonia municipality, as well as the founder of the Courage Caicedonia (Coraje Caicedonia) political organisation and president of the Community Action Board (Junta de Acción Comunal) of the Valle del Cauca neighbourhood. On 1 January 2019, he was shot at repeatedly while he was at the grocery store by unidentified armed men, who subsequently escaped on motorcycles. Jesús Adier Perafán was taken to the Santander de Caicedonia Hospital, where he died of his gunshot wounds. The investigations are facing difficulties due to the lack of witnesses to the attack.

Gilberto Valencia was a human rights defender, social leader, peace-builder and cultural manager of the Suárez municipality in Cauca, who worked to disseminate the terms of the Colombian Peace Agreement through music. He was also the leader of the “Los Herderos” group, and won an award in 2015 for his social enterpreneurship. He was shot dead during a New Year’s Eve celebration with his family and friends in the municipality of Suárez, Cauca. A lone gunman, believed to have been known to Gilberto Valencia in the context of his social work, is understood to have carried out the attack with an altered firearm.

Colombia has seen an increase in violence against human rights defenders since the signing of the Peace Agreement with the FARC-EP. Two years on, the State has failed to implement most of its obligations, including establishing an integrated presence in rural regions. This has has led to a number of illegal armed groups fighting for control of the areas previously occupied by FARC-EP, which puts human rights defenders at an increased risk.

Front Line Defenders is deeply concerned about the wave of killings of human rights defenders in Colombia, which witnessed more killings of defenders than any other country worldwide in 2018. The epidemic has already reached extremely worrying heights during the first week of 2019. Front Line Defenders is noticing a pattern of killings against defenders in the country, which often feature armed attacks by unidentified armed men.

Impresionante e impactante visualización de asesinatos de líderes sociales en Colombia

Published on Jul 25, 2018

Visualización geográfica del asesinato de líderes sociales en Colombia entre enero de 2016 y Julio de 2018, a partir de datos recolectados en sitios Web de diversos medios de comunicación, tomando como base la información publicada por el programa Somos Defensores https://somosdefensores.org y el portal Verdad Abierta
https://verdadabierta.com Herramientas: vue.js y d3.js con interacción en el navegador. Data visualization project that shows the geographic location of the murder of social leaders in Colombia between January 2016 and July 2018, based on data collected from news websites and the information published by «Somos Defensores»
https://somosdefensores.org and «Verdad Abierta» https://verdadabierta.com Tools: vue.js and d3.js so it is an interactive infographic to be used in the browser Created by Pacarina Media Lab http://www.pacarina.com
Music by Paul Kraemer.

Global Witness Annual Report: The world is deadlier than ever for land and environmental defenders, with agribusiness the industry most linked to killings

It has never been a deadlier time to defend one’s community, way of life, or environment. Our latest annual data into violence against land and environmental defenders shows a rise in the number of women and men killed last year to 207 – the highest total we have ever recorded. What’s more, our research has highlighted agribusiness including coffee, palm oil and banana plantations as the industry most associated with these attacks

Download the report in full: At What Cost? (PDF, 3MB)

Read online: photos and stories of defenders around the world

Hear the voices of environmental and land rights defenders – click below

Hernán Bedoya, from Colombia, was shot by a paramilitary group 14 times for protesting against palm oil and banana plantations that were expanding over his community’s territory and clearing the forest.

In the Philippines, after protesting the expansion of a coffee plantation, a community near Lake Sebu was attacked by military forces, leaving eight dead, five wounded, and forcing 200 to flee.

And in Brazil, farmers assaulted the indigenous Gamela community after they attempted to protect their land from logging, severely injuring 22, including children.

But it’s not just defenders in these countries who are being threatened, attacked, or killed for fighting to protect their land and way of life. Countless people around the world are under threat for standing up to the might of large corporations, paramilitary groups, and even their own governments.

The data we have painstakingly gathered and presented in this report and the case studies included are almost certainly a sizeable underestimate, given the many challenges in identifying and reporting killings. Yet even as it stands, it shows that the risks defenders face every day continue to grow, and governments and business have a very serious case to answer.

The global movement

Of the 207 defenders murdered last year, a vast majority of them hailed from Latin America, which remains the most dangerous region for defenders, accounting for 60% of those killed in 2017. Brazil saw 57 murders alone – the worst year on record anywhere in the world.

But not a single region was immune to the growing number of attacks on its defenders. The Philippines saw 48 defenders killed, the highest number ever in an Asian country. And in Africa, 19 defenders were reported killed, 12 of whom were in the Democratic Republic of Congo.

Defenders 2018 - Country Killings

 

You can find the English Spanish and Portuguese versions of the report here

Global Witness

T: +44 (0) 20 7492 5827 | M: +44 (0)7703 671 308
Skype: falconkyte | Twitter: @BillyKyteGW |www.globalwitness.org

FIND THE FACTS | EXPOSE THE STORY | CHANGE THE SYSTEM

India: Dalit activism: the "God of Small Things" and endemic discrimination

God of Small Things

Arundhati Roy’s 1996 novel drew international attention to the plight of India’s Dalit community, Formerly known as “untouchables,” Dalits suffer endemic discrimination and are systematically denied access to public spaces and resources. Over a decade after the book’s publication this situation has worsened, as has that of Dalit human rights defenders (HRDs.)

Meenakshi Ganguly, South Asia director at Human Rights Watch, has said that “Indian authorities have proven themselves unwilling to protect minority religious communities and other vulnerable groups from frequent attack.” According to the National Crimes Records Bureau, crimes against Dalits occurred every 15 minutes on average in 2016, an increase over 2015 figures. Tallies by NGOs and news organisations suggest that the upward trend has intensified throughout 2017 and 2018. Dalit women are particularly vulnerable to abuses. Conviction rates for crimes against Dalits are extremely low in certain regions; the state of Maharashtra, for example, stands at less than 5%. Photojournalist Sudharak Olwe’s ongoing case study of crimes against Dalits in this state found that in most incidents, “the victim was involved in either emancipatory work for his community or struggling to make his life better.”

The spike in abuses may in fact be a response to Dalits’ increasing assertion of their rights, according to Dalit HRD Asif Shaikh. In March of this year, a Supreme Court judgement claimed that a law which offers significant legal recourse for Dalits was used “as an instrument to blackmail or to wreak personal vengeance”. Nationwide protests, referred to by Al Jazeera as a Dalit Spring, followed. Though they began peacefully, demonstrations were met with violence; 11 people were killed.

In May, Sachin Walia was shot dead. His brother Kamal is a leader in the Bhim Army, an organization that works for Dalit emancipation through education. A month after Sachin’s killing, five Dalit HRDs were arrested and may face life in prison for allegedly inciting caste violence. Urgent action appeals have been issued for dozens of other violations of Dalit HRDs’ rights.

Violence against Dalits is often framed as nothing new, which may actually be fuelling the increase in abuses. It is more important than ever to support the empowerment of this community, remembering Dalit leader BR Ambedker’s words: “ rights are protected not by law but by social and moral conscience of the society. If social conscience is such that it is prepared to recognise the rights which law proposes to enact, rights will be safe and secure.”

Sources

https://www.amnesty.org/en/countries/asia-and-the-pacific/india/report-india/

https://www.hrw.org/news/2018/06/24/india-dalit-rights-activists-detained

https://www.hrw.org/world-report/2018/country-chapters/india

http://www.ncdhr.org.in/latestinterventions/Report%20UN%20SR%20HRD.doc

http://ncrb.gov.in/StatPublications/CII/CII2016/pdfs/NEWPDFs/Crime%20in%20India%20-%202016%20Complete%20PDF%20291117.pdf

https://www.theweek.in/news/india/2018/04/07/bhim-army-bharat-bandh-dalit-mass-arrest-april-18.html

https://thewire.in/politics/bhim-army-leaders-brother-shot-and-killed-in-saharanpur-tension-prevails

https://www.ucanews.com/news/life-worsens-for-indias-dalits-as-vigilantism-resurfaces/82568

Colombia: 19 Social Leaders Killed in 1 Month, 100 in 2018

Source Telesur

Various human rights and social organizations have demanded that the Colombian Government implement effective measures to prevent the wide-scale killing of social leaders.

From June 1 to July 3, some 19 social, community, Indigenous and Campesino leaders and activists have been killed in Colombia, multiple national and international organizations have reported.

Leonedis Sierra Ortiz, a 25-year-old community activist from Antioquia, Luis Cuarto Barrios Machado, a 55-year-old president of the citizen control oversight of Palmar Varela and Hector Santiago Anteliz, a 52-year-old member of the  Community Action Board (JAC), are among the victims.

Since the beginning of 2018, 100 social leaders have been killed in the Latin American country, as was reported by the Institute of Study on Peace and Development (Indepaz), in June.

Various human rights and social organizations have demanded that the Colombian Government implement effective measures to prevent the wide-scale killing of social leaders.

Social and political leaders were supposed to be protected by the peace agreement signed in Havana, in 2016.

The United Nations High Commissioner for Human Rights spoke out against the high incidence of deaths.

“We condemn the homicide of Hector Santiago Anteliz, 52-year-old, president of the JAC of San Jose, Teorama, in Norte de Santander. In 2018, we have documented 9 defenders’ homicides in this department.

Colombia: Tres líderes sociales asesinados durante Semana Santa

Source: El Espectador

Un indígena reclamante de tierras, un líder de víctimas y una lideresa de sustitución de cultivos ilícitos fueron las tres víctimas que dejó la semana de pascua en Cauca y Meta. Según el programa Somos Defensores, en los últimos tres meses 45 líderes fueron asesinados.

La semana de pascua terminó con un saldo en rojo para la implementación del acuerdo de paz: tres líderes sociales fueron asesinados, dos en Cauca y uno en el Meta, quienes fueron ultimados a tiros y en presencia de sus familiares. Así lo reportaron las organizaciones sociales del país, cuya alerta estuvo acompañada de una cifra escalofriante: 45 líderes sociales fueron asesinados en los primeros tres meses de 2018. Es decir, 26 más que en el mismo periodo de 2017 y 31 más que en 2016.

El primer homicidio se registró el viernes 30 de marzo a las 6:40 p.m., en la vía que comunica de Corinto hacia la vereda El Guanábano (norte del Cauca). Según lo informó el Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric), Héctor Janer Latín fue encontrado abaleado y sin signos vitales en un paraje de la vereda Gualanday, en donde también encontraron sus documentos y su celular, pero no su motocicleta.

También lea: Estos tres líderes fueron asesinados sin recibir protección del Estado

Las autoridades tradicionales aún no se atreven a mencionar responsables, sin embargo, dejaron constancia de que el hecho sucedió en el mismo lugar en donde minutos antes había estado el Ejército haciendo un retén. “El asesinato de Héctor Janer se da en el contexto de un descomunal escalamiento de la guerra en el norte del Cauca. Por un lado, grupos que se hacen llamar guerrilleros desafían la autonomía comunitaria sembrando terror y, por otro, grupos neoparamilitares operan, muchas veces, ante la vista gorda del Ejército y la Policía. Los mismos que han disparado contra civiles indefensos en acciones similares a las que en otros tiempos realizaban los grupos paramilitares”, sentenció el Cric a través de un comunicado que circuló en todos los resguardos indígenas del norte del Cauca.

El otro homicidio se registró en la noche del viernes santo, durante la procesión tradicional en la que participaban los pobladores de Rosas (sur del Cauca). Según lo reportó la Red por la Vida y los Derechos Humanos del Cauca, el líder de víctimas Belisario Benavidez fue abaleado en dos oportunidades por un joven que caminaba por el centro del pueblo, quien aprovechó el momento en que la víctima estaba subiendo a un sobrino a su motocicleta, para disparar. Tras caer el cuerpo del líder, el joven minutos después regresó para rematarlo.

De acuerdo con la organización de derechos humanos, Benavidez había llegado hace apenas dos años al municipio de Rosas. Era integrante de la mesa de víctimas de esa localidad y se desconoce si tenía amenazas por el ejercicio de su liderazgo comunitario. Los testigos de los hechos señalaron que la Policía capturó a un presunto responsable, pero que luego lo dejó en libertad al no hallarle elementos probatorios para incriminarlo en el hecho. El arma con la que fue asesinado Benevidez fue encontrada en un pastizal en el centro de Rosas.

Y del último crimen se informó el pasado primero de abril. Lo reportó la Fundación por la Defensa de los Derechos Humanos del Oriente y Centro de Colombia (DHOC), a través de una detallada descripción de la labor que desempeñaba la dirigente campesina María Magdalena Cruz Rojas. Fue asesinada a las 9:00 p.m. del 30 de marzo frente a su esposo y su hijo en la vereda Unibrisas en zona rural de Mapiripán (Meta).

También lea: Siguen matando líderes sociales, un año después del acuerdo de paz

Teniendo en cuenta el informe de la organización social, Cruz Rojas era una de las líderes más importantes de Mapiripán en el Programa Nacional de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS), el cual surgió tras el acuerdo de paz con las Farc con el fin de que los campesinos erradicaran voluntariamente los cultivos de coca y marihuana a cambio de recibir inversión en el campo.

Sobre este último tema, los delegados de la Coordinadora de Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana (Coccam) se pronunciaron esta semana. Pusieron sobre la mesa la posibilidad de retirarse del programa por incumplimientos del Estado y el asesinato de los líderes que promueven la sustitución voluntaria en los territorios.

De acuerdo con el comunicado que emitió la Coccam, a la fecha han sido asesinados 31 integrantes de esta organización, que surgió tras el acuerdo de paz con las Farc para organizar a los campesinos del país que por años han trabajado con los cultivos de uso ilícito ante la ausencia del Estado.

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